Historia de Gijón. Un Viaje por la Ciudad a Través de los Siglos

Gijón, situada en la costa norte de España en la región de Asturias, es una ciudad con una rica y fascinante historia que se remonta a miles de años. Desde sus orígenes como un pequeño asentamiento prerromano hasta convertirse en una de las ciudades más importantes del norte de España, Gijón ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos que han moldeado su carácter y su paisaje. En este recorrido por la historia de Gijón, descubrirás cómo la ciudad ha evolucionado a lo largo del tiempo, ofreciendo a los visitantes una mezcla única de cultura, tradición y modernidad.

Los Primeros Pobladores. Orígenes Prerromanos

La historia de Gijón se remonta a la prehistoria, con evidencias de asentamientos humanos en la región desde el Paleolítico Superior. Sin embargo, fue durante la Edad de Bronce cuando se consolidaron los primeros poblados en la zona. Los Astures, una tribu celta que habitaba el norte de la península ibérica, fueron los primeros en establecerse en lo que hoy conocemos como Gijón.

El primer núcleo urbano de Gijón se localizó en el Cerro de Santa Catalina, en la zona de Cimavilla, que es el barrio más antiguo de la ciudad. Este cerro estratégico permitía una excelente defensa natural y unas vistas privilegiadas del mar Cantábrico, lo que facilitó el desarrollo de la comunidad en esta área. Restos arqueológicos, como el Castro de la Campa Torres, atestiguan la presencia de los astures y ofrecen una ventana fascinante al pasado celta de la región.

Época Romana. Gigia, el nacimiento de una ciudad

Con la llegada de los romanos en el siglo I a.C., Gijón, conocida entonces como Gigia, comenzó a adquirir importancia como puerto y punto estratégico en la región. Los romanos establecieron una infraestructura sólida, incluyendo la construcción de vías, acueductos y termas, que ayudaron a consolidar a Gigia como una ciudad relevante en la provincia romana de Asturia et Gallaecia.

Las Termas Romanas de Campo Valdés, descubiertas en 1903, son uno de los vestigios más impresionantes de esta época. Ubicadas en pleno corazón de la ciudad, cerca de la playa de San Lorenzo, estas termas subterráneas ofrecen una visión fascinante de la vida cotidiana en la Gijón romana. Además de ser un lugar de relajación y socialización, las termas jugaban un papel fundamental en la higiene y la salud pública.

Otro testimonio de la presencia romana es el Mosaico de Veranes, hallado en una villa romana a las afueras de la ciudad. Esta villa, conocida como la Villa Romana de Veranes, es un ejemplo impresionante del lujo y la sofisticación alcanzados por algunas familias romanas en Gijón.

La Edad Media. Reconstrucción y desarrollo

Con la caída del Imperio Romano en el siglo V, Gijón, como muchas otras ciudades de la península ibérica, sufrió un periodo de declive. Durante la Alta Edad Media, la ciudad fue invadida y ocupada por diferentes pueblos, incluidos los suevos y visigodos. Sin embargo, fue durante la dominación musulmana, entre los siglos VIII y IX, cuando Gijón enfrentó uno de sus desafíos más importantes: la destrucción casi total de la ciudad durante las guerras entre musulmanes y cristianos.

A pesar de estos desafíos, Gijón logró resurgir y comenzó a reconstruirse durante el reinado de Alfonso I de Asturias. Fue en esta época cuando se erigió la iglesia de San Pedro, un templo prerrománico que se convirtió en el principal centro religioso de la ciudad. Aunque la iglesia original fue destruida y reconstruida varias veces, su presencia marca un punto crucial en la historia de Gijón.

Durante los siglos posteriores, Gijón continuó creciendo como un pequeño pero importante puerto pesquero y comercial en la costa cantábrica. La ciudad medieval se desarrolló principalmente en torno al barrio de Cimavilla, que hoy en día sigue siendo el corazón histórico de Gijón, con sus estrechas calles empedradas y sus edificios de piedra.

El Renacimiento y la Edad Moderna. Expansión y prosperidad

El Renacimiento marcó un periodo de expansión para Gijón. Durante los siglos XV y XVI, la ciudad experimentó un crecimiento económico y demográfico significativo. La pesca, la agricultura y el comercio marítimo se consolidaron como las principales actividades económicas de la ciudad. Gijón se benefició de su ubicación estratégica en la costa cantábrica, que la convirtió en un puerto clave para el comercio con otras regiones de España y con Europa.

Uno de los símbolos del Gijón renacentista es la iglesia de San Pedro, reconstruida en el siglo XV después de ser destruida en varias ocasiones. Este templo gótico, situado en el extremo oriental de la playa de San Lorenzo, es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.

En la Edad Moderna, Gijón continuó prosperando, y la construcción de importantes infraestructuras, como el Puerto del Musel en el siglo XIX, consolidó a la ciudad como un centro industrial y comercial clave en el norte de España. El puerto permitió la expansión de las actividades marítimas y el comercio, especialmente en la exportación de carbón y otros recursos naturales.

Siglo XIX. Revolución Industrial y Transformación Urbana

El siglo XIX fue un periodo de grandes cambios para Gijón. La Revolución Industrial transformó la ciudad, que pasó de ser un puerto pesquero y comercial a un importante centro industrial. La industria siderúrgica y metalúrgica, así como la minería, se convirtieron en los motores de la economía local, atrayendo a trabajadores de toda Asturias y otras regiones de España.

El crecimiento industrial también impulsó una rápida expansión urbana. Barrios como La Calzada y El Natahoyo surgieron para albergar a la creciente población trabajadora, y Gijón comenzó a adquirir su carácter moderno y cosmopolita. El Fomento de la Industria y el Comercio, una de las primeras instituciones industriales de la ciudad, desempeñó un papel crucial en la modernización de Gijón.

Uno de los eventos más importantes de este periodo fue la Guerra de la Independencia (1808-1814), durante la cual Gijón fue ocupada por las tropas francesas. La resistencia local fue feroz, y la ciudad sufrió graves daños, pero logró recuperarse rápidamente una vez que los franceses fueron expulsados.

Siglo XX. Guerra, reconstrucción y modernización

El siglo XX fue una época de altibajos para Gijón. La Guerra Civil Española (1936-1939) tuvo un impacto devastador en la ciudad, que fue escenario de intensos combates y sufrió grandes destrucciones. Durante la posguerra, Gijón, como el resto de España, experimentó un periodo de reconstrucción y dificultades económicas.

Sin embargo, la segunda mitad del siglo XX vio una nueva era de modernización y crecimiento. La industria continuó siendo un pilar fundamental de la economía local, y Gijón se convirtió en un centro industrial de referencia en el norte de España. La construcción de nuevas infraestructuras, como el Recinto Ferial Luis Adaro y el Parque Científico Tecnológico de Gijón, ayudaron a diversificar la economía y a atraer nuevas inversiones.

El turismo también comenzó a desempeñar un papel cada vez más importante en la economía de la ciudad. La apertura de nuevas playas, parques y centros culturales atrajo a visitantes de toda España y del extranjero, consolidando a Gijón como un destino turístico clave en la costa cantábrica.

Gijón en la actualidad. Una ciudad dinámica y cultural

Hoy en día, Gijón es una ciudad vibrante que combina su rica historia con una modernidad dinámica. El turismo es uno de los pilares de la economía local, y la ciudad ha sabido reinventarse como un destino cultural, gastronómico y de ocio de primer nivel.

El Jardín Botánico Atlántico, la Universidad Laboral y el Museo del Ferrocarril de Asturias son solo algunos de los muchos atractivos que Gijón ofrece a sus visitantes. La ciudad también es famosa por sus festivales, como la Semana Negra y el Festival Internacional de Cine de Gijón, que atraen a miles de turistas cada año.

Gijón ha sabido preservar su patrimonio histórico mientras se adapta a los tiempos modernos. Barrios como Cimavilla siguen siendo el corazón de la ciudad, donde los visitantes pueden pasear por calles llenas de historia, mientras que el puerto deportivo y las playas ofrecen un espacio ideal para disfrutar del mar y el sol.

La historia de Gijón es un viaje fascinante a través de los siglos, desde sus humildes orígenes como un asentamiento celta hasta convertirse en una moderna y dinámica ciudad costera. Cada rincón de Gijón cuenta una historia, y sus calles, monumentos y paisajes invitan a los visitantes a descubrirla. Si estás planeando una visita a Gijón, tómate el tiempo para explorar su rico patrimonio histórico y cultural, y deja que la ciudad te cuente su historia.